jueves, 26 de enero de 2012

Tarta Marmoleada de queso y chocolate.

Llega el fin de semana, hay que preparar una tarta para la comida familiar del domingo, no tienes ganas de estar mucho tiempo en la cocina y mucho menos de ensuciar, así queeee... la solución es una tarta de queso de las que va  todo mezclado rápidamente y para que sea como siempre la transformaremos con un poco de chocolate y así tendremos una tarta muy vistosa y de un sabor muy agradable. Esta tarta me la enseñó una amiga y de veras que queda estupenda.



Ingredientes


  • 500grs. de queso tipo Philadelfia.
  • 100grs. de azúcar.
  • 3 cucharadas soperas de Chocolate puro en polvo Valor.
  • 1 Yogourt.
  • 200ml. de Nata líquida.
  • 1 cucharada sopera de Harina floja ó Maizena.
  • 3 Huevos grandes ó 4 si son pequeños.
  • 1 cucharada grande de aroma de vainilla líquido de Vahiné.


Preparación


En un bol ir poniendo todos los ingredientes, menos el chocolate en polvo. Con la ayuda de la batidora, batir todo hasta que  quede una crema líquida.
Engrasar un molde de 20-22 cm. y verter algo más de la mitad de la mezcla.
En la que nos queda en el bol le añadimos el chocolate en polvo y lo batiremos bien.
Añadiremos esta mezcla achocolatada a cucharadas  grandes sobre la otra mezcla que tenemos en el molde, repartiéndola sobre toda la tarta. Cuando terminemos, con un tenedor mezclaremos un poco  (sin pasarnos demasiado) las dos mezclas para así causar el efecto marmoleado.
Introduciremos nuestra tarta en el horno precalentado a 180º por unos 50 a 60 min., hasta que veamos que el centro está cuajado.


Nota:


Este tipo de tarta sube mucho de altura, aunque luego vuelve a bajar, aún así si la hacemos en un molde de 20cms. quedará bastante alta.
Mejor si la hacemos de un día para otro, reposada estará mejor.




martes, 24 de enero de 2012

Tarta de Santiago

La Tarta de Santiago es una tarta tradicional de la cocina gallega. Sus principales ingredientes son almendras, azúcar y huevos.



No se sabe nada acerca del consumo de almendra en Galicia durante la Edad Media; pero se sabe que la carestía de este alimento le convertía en un lujo reservado a pocos. La primera noticia que se tiene del uso de este "bizcocho de almendra", al que hoy conocemos como Tarta de Santiago, procede de 1577, durante una visita de D. Pedro de Porto carrero a la Universidad de Santiago, aunque por aquel entonces era denominada "torta real" la elaboración y la proporción de los ingredientes hacía pensar en lo que denominamos hoy en día "Tarta de Santiago".

El origen de la Cruz de Santiago representada en su superficie data del 1924 en el que la compostelana «Casa Mora» comienza a adornar las tartas de almendra con la que sería su silueta característica, alcanzando gran éxito en Galicia y en el resto de España.

El 3 de marzo de 2006 la Tarta de Santiago entró en el registro de Indicación Geográfica Protegida.

Bueno; pues ahora que sabemos un poquito sobre el origen de ésta deliciosa tarta les diré como yo la preparo, es sumamente sencilla ya verán ustedes que no tendrán ninguna complicación al elaborarla; a la vez recomendarles a que cuando vengan a Galicia especialmente a Santiago de Compostela; no se vayan sin probarla disfrutando y compartiendo bellos momentos en la Zona Vieja con sus familiares y amigos.

Dificultad:   Media.
Preparación:    20 minutos.
Coción:     30 a 45 minutos.

Ingredientes

300 grs. de almendra molida
300 grs. de azúcar (semi molida, sin llegar a ser azúcar glas)
3 huevos enteros


100grs. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente

Ralladura de 1 limón
azúcar glas para espolvorear
1 cruz de Santiago
papel de hornear


Preparación

Batimos los huevos hasta que estén espumosos. Añadimos el azúcar semi molida.
Posteriormente añadimos la mantequilla sin sal, la almendra molida y mezclamos  hasta que se forme una masa sin grumos. En éste punto, le pondremos la ralladura de limón.


Forramos con papel de horno un molde desmontable de 26 cms.

Vertemos el preparado en el molde y horneamos a una temperatura de 180º a 200º durante unos 30 a 45 minutos. Pinchamos para asegurarnos de que esté cocida en el centro.

Retiramos del horno y dejamos enfriar en el mismo molde.

Luego de que esté fría la desmoldamos y colocaremos en el centro de ella la plantilla de la Cruz del Apóstol y espolvorearemos azúcar glass con la ayuda de un colador.

Retiraremos con cuidado la plantilla y listo..., ya tenemos nuestra Tarta de Almendras, la cual podemos acompañar con un vino blaco dulce.

Nota

Algunas recetas incluyen un poco de harina, otras incluyen canela e incluso aguardiente de hierbas gallego como aromatizadores. La torta tiene que tener un color dorado al corte y su textura debe ser ligeramente esponjosa y algo granulada. El aroma característico de ésta tarta es una mezcla equilibrada entre la almendra y el huevo.



miércoles, 18 de enero de 2012

Anillos de la Abuela

Me fascinan las recetas antiguas. Es un pequeño truco de magia poder experimentar los sabores que formaban parte del vida diaria hace ciento y pico de años. Aquí tenemos otra receta que existe al menos desde hace 200 años, que es una galleta típica de los hogares granjeros situados en el centro de Suecia. La tradición era poner al menos 7 tipos de galletas diferentes en la mesa de café, para tratar a los huéspedes lo mejor posible. Más bollitos dulces, más un pastel … Esta receta da para: 30 piezas


Horno: 175 grados (arriba y abajo)
Tiempo en el horno: 12 minutos


Ingredientes


150 gr de mantequilla
Una pizca de sal
4 cucharadas de nata (para montar)
240 gr de harina de trigo para repostería
Azúcar perlado para decorar (azúcar moreno va bien, si no tienes el perlado en casa)


Preparación


Precalienta el horno y prepara una bandeja, cubriéndola con papel para hornear.
En un cuenco mezclas la mantequilla, la sal, la harina y la nata hasta que tienes una masa. Como es importante no trabajar la masa de forma exagerada, la mejor manera es cortar la mantequilla en trocitos muy pequeños con un cuchillo, dentro del cuenco, y así empezar el trabajo. Luego es fácil y va rápido convertirlo en una masa, utilizando las manos.
Corta la masa en 3 trozos, que luego formas en rollos largos (80 cm). Corta cada rollo en 10 piezas y forma anillos.
Pinta los anillos con agua y pon cada uno, cara abajo, en un cuenco lleno de azúcar (perlado u otro) para cubrirlos.
Coloca los anillos encima de la bandeja y hornearlos (la bandeja puesta en medio del horno) hasta que tienen color dorado. Tardará mas o menos 12 minutos.

Galletas de coco

Cuando os animéis a probar estas pequeñas galletas de coco y mantequilla, es posible que a muchos y muchas os vengan a la memoria momentos de infancia. Meriendas de galletas mojadas en un gran vaso de leche después del colegio... ¡Qué recuerdos!



  • Tipo de cocina Casera, Dulce, Tradicional     


  • Comensales  6


  • T. Preparación   35min


  • T. Dedicación   1h 10min


  • Ingredientes


    • 1 huevo
    • 130 g. de azúcar
    • 160 g. de mantequilla sin sal
    • 3 cucharadas de leche
    • 60 g. de coco rallado
    • 260 g. de harina
    •  

    Preparación


    En un bol, batimos un huevo y añadimos el azúcar. Seguimos batiendo hasta que la masa blanquee.
    A continuación incorporamos los 160 gramos de mantequilla a temperatura ambiente y tres cucharadas de leche, que nos ayudarán a mezclar mejor, y seguimos removiendo hasta que todos los ingredientes queden bien incorporados.
    Añadimos a la mezcla el coco rallado, removemos, e incorporamos la harina. Mezclamos bien con una espátula o con las manos bien limpias, y envolvemos las masa en un plástico film que irá a la nevera durante 1 hora aproximadamente (dependiendo de la temperatura de la cocina).
    Una vez ha endurecido la masa, enharinamos la encimera y el rodillo y la estiramos hasta que tenga 1 centímetro de espesor aproximadamente.
    Le damos forma con ayuda de un cortapastas cuadrado, o bien con la punta de un cuchillo, y vamos colocando cada pieza en la bandeja del horno, que habremos cubierto con papel de horno o un silpat.
    Llevamos nuestras ricas galletas al horno, previamente precalentado a 180°C, durante unos 20 minutos. Vigilamos que queden doraditas, pero sin quemarse.
    Pasado este tiempo, las dejamos enfriar en el propio papel o bandeja, ya que si las tocamos aún calientes, se nos romperán...
    Podemos comerlas como más nos gusten, solas, con crema de cacao, mermelada...
    ¡Riquísimas!