Aquí
estamos nuevamente y pasando un fríoooo...!!!; pero eso no nos para; salimos de
las fiestas navideñas y de la apertura del nuevo año y continuamos de fiesta,
ya que éste año pronto entró el Carnaval.
En
las celebraciones del Carnaval pasado les dejé las
recetas de las Filloas y de las Orejas, por lo que ahora les traigo la
de las Flores de Carnaval que son otra
delicia tradicional de la gastronomía
española.
La
técnica de masas fritas se remonta en la cocina española a la época medieval, práctica
conocida de la cocina sefardí.
Durante la Edad de Oro fue muy popular esta preparación en la repostería española y se puede encontrar referencias al mismo en novelas como El Quijote al narrar relata las Bodas del rico Camacho. Se considera una técnica repostera de origen la gastronomía sefardí y hoy en día aún se siguen elaborando en muchos sitios de Andalucía por Semana Santa, más como una reminiscencia de la pascua judía que de la cristiana; por lo que también son vistas con mayor frecuencia en las fiestas de carnavales.
La popularidad de algunas frutas de sartén llega a influenciar la repostería de algunos países de Latinoamérica. Los españoles al colonizar algunos países llevan las maneras de elaborar las harinas de cereal y con ello las frituras, de esta forma se transmiten la costumbres de la repostería y sus métodos culinarios.
Ángel Muro, en su famoso libro de cocina, El Practicón, de finales del siglo XIX, proporciona información acerca de las flores a las que llama rosas y que según la receta que describe: «Son manjares de golosina que se hacen con una pasta más clara que la de los buñuelos, de modo que pueda adherirse perfectamente al molde que representa la figura» y que él emparenta con los gofres franceses. Ambos dulces son masas esculpidos en molde de hierro.
Ingredientes
▪ 150 gr de harina
▪ 250 ml de leche
▪ 1 huevo a temperatura ambiente
▪ Sal
▪ 1 cucharada de azúcar
▪ 1 cucharadita de canela
▪ 1 cucharadita de extracto de vainilla
▪ 1 chorrito de anís
▪ Zumo y ralladura de 1/2 limón
▪ Aceite de girasol
▪ 1 rama de canela
▪ 250 ml de leche
▪ 1 huevo a temperatura ambiente
▪ Sal
▪ 1 cucharada de azúcar
▪ 1 cucharadita de canela
▪ 1 cucharadita de extracto de vainilla
▪ 1 chorrito de anís
▪ Zumo y ralladura de 1/2 limón
▪ Aceite de girasol
▪ 1 rama de canela
Elaboración
1. En un bol echamos el huevo, la leche, la canela, azúcar, sal, el anís, el zumo y la ralladura del 1/2 limón.
2. Añadimos la harina y batimos con la batidora, hasta obtener una mezcla espesita. Si vemos que queda muy clara, o poco espesa, le echamos un poco más de harina. Tiene que tener la consistencia de unas tortitas.
3. Echamos en una olla o sartén amplia el aceite de girasol y lo ponemos a calentar. Añadimos la rama y la piel del limón. Metemos el molde en el aceite. Hay que calentarlo hasta que humeé. En ese momento ya podemos bajar el fuego al medio e ir controlándolo.
4. Cuando el molde esté ya caliente, metemos el molde en el bol de la masa, hasta un poco por encima de la mitad, no hasta arriba, porque sino la flor luego no se puede desprender.
5. Metemos el molde ahora en la sartén, esperaremos hasta que coja un poco de color, levantamos, e intentamos desprender la flor, sino podemos, nos ayudamos de un tenedor, con mucho cuidado. Le damos la vuelta y sacamos a un papel absorbente.
6. Repetimos la operación, con todas las flores. Cuando las tenemos todas, esperamos a que templen.
7. Ahora espolvoreamos las flores con azúcar.